Era desgarrador,
el llanto,
las lágrimas,
Todo.
No podía ver su rostro,
oler su pelo
u observar
su pálidas mejillas.
Porque ese rubor,
ese maldito rubor,
sacaba lo peor
de mi interior.
¿Cómo podía ser tan débil
y perfecta a la vez?
¿Es que acaso no se daba cuenta
de todo el caos que provocaba?
Oh, no!
Ella siempre será etérea
un instante,
un punto en la inmensidad.
Si, una tabla a la que aferrar
mis sueños...
Y también mis más profundos
demonios.
- Autor: Aradhel Prince (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de enero de 2017 a las 15:23
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 114
- Usuarios favoritos de este poema: angeldelanoche, Alextheblack
Comentarios1
Buenas palabras salen de tu oscuro mundo
Dejando un sin fin de pregunta
Buen trabajo
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