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Nunca dijiste adiós, y yo supuse
que el aire era mi aliado,
con la fragancia de tu piel,
aquí en mi respirar,
lo sé que eres tú,
la flor en mi ventana,
con una mañana,
con un sol tan real,
que casi advierte,
lo que invierte un corazón,
un amor que casi,
evita el error,
el error de dejarnos a solas,
a expensas de la soledad,
lo sé que eres tú,
el invierno frío de un beso,
con el paraíso en hechizo,
que fríamente dejas aquí,
en mi cuerpo,
dejando un dolor,
en que casi me pierdo,
en la triste oscuridad,
y dejas revivir,
cuando el ocaso llega aquí,
en la tarde de lluvia,
empapando lo que es piel,
aquí en la desolación,
de esta pasión que aún me eleva más,
y más, en la plenitud,
por amarte cuando lo sé que eres tú...
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Offline)
Comentarios1
Que precioso poema. Lo lei con gusto sabiendo que si fue escrito por ti, tiene que ser bueno
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