A impulsos y sensaciones somos constantemente arrojados y comúnmente desprotegidos.
Pasiones e impresiones percibidas por los sentidos que tamizados y cernidos por la conciencia, cosechan un cúmulo de experiencias.
Tales vivencias que a juicio de la razón; o bien sea de la moral son juzgadas bruscamente, al dictaminar un juicio prematuramente bueno o malo.
A causa de tenaz juicio se despliegan gran cantidad de reacciones en cadena, con fines de prolongar o finiquitar tales actitudes.
Y aquellas no son meramente impulsos o pulsiones egolatricas, suelen ser también inspiradas por antiguas influencias o bien creencias.
Que desde Baco hasta Dionisio e incluso Epicúreo acreditaban e impulsaban, más por los estoicos y espirituales cristianos repugnaban y condenaban.
Y entonces sensaciones que Descartes desconfío, y que Freud sublimó y que Buda supero y que Cristo condenó.
Tales por tanto son características de humanidad o de animalidad? Cuando sensaciones nos asaltan por doquier, cuál será la reacción a obedecer? Cuando en dualidad se enfrenta razón e instinto, es impreciso saborear la secuencia final.
- Autor: Andres91 ( Offline)
- Publicado: 1 de febrero de 2017 a las 03:34
- Comentario del autor sobre el poema: Soliloquios acerca de las sensaciones y estímulos en una mente caótica
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 96
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