Padre, Hijo y Espíritu Santo...
Sé que fue así,
porque lo sentí.
Parecía imposible,
pero lo viví.
Caminé y viajé,
sin nada que hacer.
Eso sí,
nunca paré
ni perdí mi fe.
Larga caminata,
triste y dolorosa,
turbulento horizonte,
hasta que fue
lo que fue.
Reuniones y razones,
tropezones y caídas,
me levantaba y seguía.
Siempre con ella,
mi fiel compañía,
quien no se detenía.
Sin actitud cabizbaja,
siempre superaba,
el desaliento,
con ganas y atento.
veía el cielo celeste,
siempre presente.
Mi ego,
todo un erial,
me hizo pensar,
y luego ver,
el milagro, el vergel.
Vertí mi Fe en Él.
Compartí con Él
planes y sueños,
y Él, me escuchó,
porque mi visión,
colmada de amor,
latía en su corazón.
El Espíritu Santo
me guió,
por senderos de Dios,
y abrió la potestad…
Avanzad y volad!
Vamos hijo, despertad,
porque llegó la hora
de hacerse mi voluntad.
- Autor: Rafael Parra Barrios (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de febrero de 2017 a las 10:58
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 129
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