Recordaba aquel cordero,
Que con sumisa devoción
Seguía a su pequeña dueña,
Si bien es cierto no es como un perro
Bravo y protector,
Más, Si causaba admiración
Tan frágil animalillo sediento de protección
Aferrándose a aquella niña
Como si fuesen de la misma especie
Pero sumisa y humilde,
Bastó con dejarla de ver un instante
Para que el pequeño animal grite con desespero
Sintiéndose completamente abandonado
Y perdido, perdido sin esperanza,
¡oh, si fuésemos como aquel irracional para asuntos espirituales!
Aferrados al Eterno permaneceríamos
Sedientos del agua viva de su palabra
Sordos, sin importarnos los pueriles labios humanos
Y pendientes... de nuestro amoroso dueño celestial,
Aquel que se llamó así mismo EL BUEN PASTOR.
- Autor: El Corbán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de febrero de 2017 a las 10:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 491
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Maria Hodunok., nelly h
Comentarios4
Muy hermoso tu genial poema estimado amigo El Corbán...
Un placer su lectura...
El Hombre de la Rosa
Gracias por el amable comentario amigo Críspulo.
un fuerte abrazo.
Si fueramos, como aquel Ser,
Que distinta seria la vida.
Un honor volver a leerte, poeta.
Abrazos del alma.!!!!
Gracias María, siempre tan linda y amable.
un fuerte abrazo.
Bueno... bueno... pasmada de admiración al terminar de leer este tierno poema.
Tan reflexivo y lleno de espiritualidad.
Me ha gustado mucho
Un abrazo
Gracias estimada Nelly,
siempre es un gusto tenerte por aquí.
un fuerte abrazo.
Muy bonito tu poema sobre el cordero y el buen pastor que es Jesucristo. Un fuerte abrazo amigo.
Gracias por el amable comentario.
saludos y cariños.
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