Tu mano y el tiempo
Me van tallando a diario
Ya el reloj ha marcado casi todas las horas
Y los años van surcado las estaciones
En mi rostro y en mis manos.
Poco a poco irán muriendo aquellas huellas
Que esparcí por los senderos
Y se va apagando el canto.
Ya mis rieles han visto pasar demasiados trenes,
Muchas voces de pájaros desordenados,
Muchos ríos locos jugueteando
Por mi cuerpo cóncavo y fecundo.
Aquí estamos, amado mío, aquí estamos
Con la soledad inclinada hacia nosotros
Gastada la tinta de mi pluma.
Cuando los días se tornen grises
Y el reloj haya marcado todas las horas
Las palabras murmurarán en mis oídos
Allá, donde bajan los trenes de la muerte
Quizás ahí recién acabe mi martirio.
- Autor: Gloria Lepilaf (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de febrero de 2017 a las 01:30
- Categoría: Triste
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: LUIS ADONAY VENEGAS LEYTON, Ross4
Comentarios2
Hermoso y profundo poema a la vida y a la esperanza de tiempos mejores,
ojalá cuando aún se está viviendo para disfrutarla y no sentirla como un martirio.
Gracias por permitirme compartir tu inspiración.
Purenino.
Muchas gracias mi estimado.
Es un honor entrar en tu espacio y disfrutar la lectura de tus versos que llevan a ese espacio de tiempo donde vives y nutres tu hermosa poesia
Saludos desde colombia
Muchas gracias, me alegra saber que te agrada mi poesía. Abrazos desde Lautaro-Chile, región de la Araucanía, el corazón del pueblo mapuche.
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