Puedo mudarme a otra casa
pero no puedo irme de mi.
No puedo salir de mis manos
ni puedo escapar de mis huesos,
tampoco puedo irme de mis ojos.
Aquí estoy,
sentada adentro mío,
viéndote pasar una y otra vez
por el circuito inevitable
de mi sangre.
Ida y vuelta,
de la cabeza a los pies
y viceversa.
Aquí estás,
tan adentro mío
que ahora lates con mis venas.
Quisiera salir corriendo
de mis órganos
tirar mi piel por la ventana
y gritar/decir/cantar
la palabra amor
sin que acudas, puntual,
a mi lengua.
Pero ya ves,
aquí estamos los dos,
sentados adentro mío
-mirándonos-
y sin poder tocarnos.
- Autor: Maria L (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de febrero de 2017 a las 22:03
- Categoría: Amor
- Lecturas: 163
- Usuarios favoritos de este poema: Kalianali, itxaso, Nicolas_Otero, Marellia, Plautino, errante, Cock, sismico explorador, Texi, gatoconbotas_58
Comentarios8
Verdadero y emocionante...
Que buena concepción de ese amor que se encuentra dentro pero que no está. Muy bonito tu poema , saludos
Qué intimista y bello poema !
Saludos
Me atrapo de principio a fin. Hermosa la manera en que expresas semejante sentimiento tan gris, el no poder escapar de uno mismo. Un aplauso.
Cuando el amor nos invade nos llegan tambien esos sentimientos encontrados que fluyen a nuestro pensamiento como lo transmites en tus versos
Cordial saludo
Ese inmenso placer de leer tu poesía. Un abrazo
Es lo mas lindo que he leído y si pudiera dejaría escrito "dos manos entrecruzando dedos"...besos para ti.
Original en su forma y eterno en su sentimiento...Lindos versos
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