Un atardecer naranja, en el mar
ademanes voluptuosos, de nubes
que abrazan el otro lado del horizonte
en despedida de un sol agónico.
El mar calmo
con vela negra de contraluz
pescadores que cantan el regreso
y una brisa que levanta desde tierra
los aromas de mujeres dispuestas.
Yo en mi barca
mar adentro buscando horizonte
la noche oscura
sin luna colmada de estrellas
temblorosas y lejanas
como una enorme mano
cubriendo el mar.
La calma
mi barca y yo
sin escalas de tamaño
soy inmenso
en la magnitud del infinito
mientras las estrellas
.......................
las estrellas me tocan
y se apagan, una a una
en mi absoluta soledad.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de febrero de 2017 a las 09:11
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 81
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Hermosas estrofas de nuestro genial amigo Esteban
Saludos de amistad de Críspulo
Gracias Críspulo, por tus palabras generosas en la amistad.
Mis saludos fraternos
Esteban
Tristeza y silencio profundo en medio de la soledad oscura del mar.
Belleza pura. Te deseo una linda semana.
Uno solo..., es enorme, las escalas las dan los demás.
Tan bella como el deseo manda, lo mejor para vos.
Esteban
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