Creo ser víctima de un afecto irresistible
que tiene ojos ebrios de mí;
con la boca que habla de palomas,
con el candor de la piel.
Me dejo caer descalzo en su mirra suave,
me dejo seducir en su apetente sustancia.
Creo oír su desnudo, creo palpar su vientre marino
y su rebelde juventud que murmura su olor.
¡Amor!, ¡Amor!, Amor desconocido y oculto,
amor de cause lento, de arroyo sonoro
¿cuántas veces me dices te amo?
¿de qué forma te rozo el alma?
Me haces beber de tus cenizas,
de un cielo armiñado, de un subceleste fuego.
Reclamo tu cuerpo primavera,
y gime desvelado mi tacto.
Aloja tus frutales en el tronco donde afloro.
Tu ánima que se borde desde mi torso.
- Autor: Christian Jovani (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de febrero de 2017 a las 02:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: Inexistente
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