Diosa de la tarde
de cándida
y esbelta desnudez,
que paseáis
vuestros pudorosos
labios
entre brasas encendidas
de pródiga belleza...
y lacerada rosa,
libad la esencia
de esta licenciosa herida
que se deshace silente,
entre pétalos sin vida...
deslazados de corona,
entre páramos
sin flores...
anudados
a sus deshoras.
- Autor: pani ( Offline)
- Publicado: 16 de febrero de 2017 a las 12:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: Peñafuente, Edmundo Rodriguez, Alexandra L
Comentarios1
Decirte que es un placer disfrutar tus letras, mezcla de sentimientos y pura belleza. Placer de lectura Pani.
Una feliz tarde, abrazos, Alex.
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