Allí estábamos conversando,
planeando una agradable tarde,
mientras se preparaba el almuerzo,
conversábamos de todo un poco,
hasta que llegó ese momento de los recuerdos,
recuerdos que en algún momento se volvieron tortuosos,
recuerdos que eran de un sentir de añoranza y pena,
conversábamos y además reíamos,
sin darnos cuenta de nuestros ojos comenzó a salir lagrimas,
llorábamos sin parar;
esa angustia que se fue formando,
ese pesar fue creciendo,
al final mientras se armaba el almuerzo,
y se picaban las verduras,
nos dimos cuenta que nuestro llanto,
si,
nuestro llanto no era de pesar,
ni pena,
ni por el tema al hablar,
nuestras lágrimas eran por ese fatídico momento,
ese instante que al picar cebolla esos compuestos con azufre,
si, ese jugo de un compuesto que al liberarse solo nos hace llorar.
- Autor: Pato_iqq ( Offline)
- Publicado: 18 de febrero de 2017 a las 23:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
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