Es casi igual y distinto,y tan salado...
Remembranzas de ese mar de donde vengo.
Agua bendita,te tengo y no te tengo.
Vino maldito, acerté, y equivocado.
Bebo en tus ojos, hermosos pero enigmas,
o flamígeros satélites que asustan.
Me bebo miel y veneno pues me gusta
lo que duele y lo que endulza en los estigmas
de un Cristo vil,que más sufre por resaca
que por gran amor al Hombre y sus hermanos,
y la va en clorhidrato, crucificado.
Vampiruelo, un día al sol, un día estaca.
Como Tántalo, no te tocan mis manos:
voy a dormir, pues me siento muy cansado.
- Autor: Jet ( Offline)
- Publicado: 19 de febrero de 2017 a las 14:58
- Comentario del autor sobre el poema: Mi autocrítica, nunca vi la de ella.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 164
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