Qué fácil es perderse en tus pupilas
cuando nadie lo prohíbe,
cuando no estás esquiva.
Qué fácil no decepcionarlas, mira,
manteniendo mi mirar
lejos, a la deriva.
Mas qué difícil es elegir entre
mirar o no mirarlas,
perder o no perderse
en tus negras candentes, pensativas.
Mi corazón se empeña en ir rápido,
de negras a corcheas,
semifusas de latir,
tus ojos lejanos lo han incitado
a correr más que nunca,
evitando a tus negras,
aguantándome sin ti.
- Autor: José Daniel Martínez ( Offline)
- Publicado: 20 de febrero de 2017 a las 05:34
- Categoría: Perdón
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: QUINSONNAS
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