Mundo vacío fuente de oscuridad,
haz puesto en mis manos una flor de color rosa,
aún no está marchita pero pronto lo estará
como lo que conocí alguna vez y que ahora en la tierra está
Mi rostro ha estado seco por semanas,
mi corazón ha estado vacío,
siento las miradas de las almas enterradas
y no derramo lágrimas por ellas
Sólo sostengo la flor que me fué otorgada,
las yemas de mis dedos la tocan,
mis ojos la observan,
pero sé que pronto estará muerta,
por siempre derrotada.
La flor se marchita lentamente mientras la observo
y no se puede hacer nada,
su destino fué marcado y yo sólo espero,
espero el momento de enterrarla.
Pero no derramo lágrimas,
mi corazón no siente nada,
es mejor que la flor supere la vida
y que no se marchite de forma infinita,
es mejor irse rápidamente que sostenerse en mis manos eternamente.
Cuando se ha marchitado,
la flor ha perdido el color,
se ha convertido en nada,
y yo la miro extrañada,
el color rosa que ha desaparecido
me dice que la flor se ha ido,
y en mis manos estoy sosteniendo la nada en sí,
la inexistencia y la incertidumbre de morir.
La miro aliviada, y lo único que quiero es tirarla
y caminar lejos,
pero dedos en sombras extrañas apuntan hacia
mi rostro aliviado y seco,
ojos acusadores me miran con recelo
y corro rápidamente esperando llegar muy lejos
Rostros extraños susurran oraciones inentendibles,
posan sus rodillas en el suelo y llaman a Dios.
Dios no los escucha porque no está ahí,
porque está lidiando con su propio dilema existencial
y con un luto sin final.
Llego al abismo y salto,
Puedo ver una extraña figura,
Soy yo, diciéndome a mí misma que he perdido la cordura,
Mientras caigo, lo único que puedo percibir es negro
y un dolor en mi cadera,
el dolor me exige respuestas
Siento un dolor en mis muñecas, y
sigo cayendo.
No sé cuando dejaré de caer,
quiero detenerme
pero no puedo.
Todo a la vista es negro,
lo único que veo es mi figura cayendo
sin saber cuando llegaré al fondo.
En ése momento, no soy diferente a la flor,
mi destino fué marcado
me estoy marchitando infinitamente,
llegaré al abismo, moriré, y perderé el color.
No se derramarán lágrimas,
y estaré enterrada, al lado de la flor.
- Autor: Mariss Burton (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de febrero de 2017 a las 21:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: tamypaloma, Peñafuente
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