Dime si las últimas estrellas coinciden con el surco de tus manos.
Si tu cuerpo maravilla aún a los habitantes más antiguos de la melancolía,
si tu olor fue robado en silencioso oficio un día en que el mundo
cegaba a las silvestres mariposas cazadas en los albores de la historia.
Hay un momento tangencial y breve en que escucho tu deseada voz,
reconozco la presición de un sueño siempre repetido:
un piano suena una canción
que despide a nuestros cuerpos distantes,
y parece murmullos de un ánfora; gritos de la tierra; besos nunca apagados.
Hay un niño que en su pluralidad de intenciones habla con el agua,
anda y desanda su fuga,
crece cuando el viento lo mutila.
Me iré de tí cuando las duras exequias de la noche
acudan a repetirme palabras que nunca debí olvidar:
a cada momento estamos partiendo.
Guillermo Capece
Direc.Nac.del Derecho de autor
- Autor: GuillermoO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de febrero de 2017 a las 00:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: Alejandrina, Sophia Sea
Comentarios2
Observo en tus hermosos versos tristeza y soledad y una ausencia, como una isla. Un placer sumergirme en tus letras.
Abrazos, amigo
Sí, amigo; sos un buen lector-observador: hay tristeza, soledad y una ausencia muy vieja que se replica en mis relaciones actuales.
Abrazo
Guillermo
Me encantó este poema amigo. Saludos de Alejandrina.
Gracias Alejandrina:
volvi a la Pagina despues de algun tiempo; pronto iré a leer tus nuevos versos.
Saludos
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