Volvía del deber oscilando entre mitologías
cuando, de súbito, oigo a mi izquierda un lamento,
una súplica de clemencia de un cuerpo que yace
preso, preso de la circunstancia.
Reacciono a ella girando mi atención, que laboraba
entre letras, y diviso un sujeto menudo, que me llama
con un nombre que no alcanzo a comprender.
Sigo adelante haciendo caso omiso, masticando
la grima de pensar en la consecuencia de un contacto
sexual, mis pensamientos oscilando entre el infinito y
el estornudo.
Superado el escrúpulo de un imposible entendimiento
me cupo la desgracia de la chica, que aparecía apostada
entre yerbajos, ante una realidad adelgazada en lágrima
de abyección, donde la angustía vital se hace carne de
penumbra.
Me revisto de indignación ante tal esclavitud, maldigo la
existencia de aquellos seres de tan baja estofa que sostienen
tal execración.
Quiero enterar a toda la humanidad de esta realidad que
repugnaría hasta el más inhumano de los humanos, hasta los
susodichos "aquellos seres"...
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de febrero de 2017 a las 20:42
- Comentario del autor sobre el poema: La prostitución en la calle, la nueva esclavitud.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 68
- Usuarios favoritos de este poema: Anitaconejita
Comentarios2
Hola poeta! Me causó placer estas letras a pesar de tocar un tema fuerte como es la prostitución.
Felicitaciones !
Saludos
Gracias por tu visita Nelly, lo de la H es por ser una letra muda ??. Saludos.
Hola Alberto es la esclavitud más antigua del mundo, diría más bien la trata de blancas... Tremendo!! Te felicito
Conejita
Gracias musa gótica. Siempre alegre al ver tu mirada oscura y roja. Besos, espero visitarte pronto.
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