Cuando los últimos ya deslucidos reflejos,
esconde tras los montes el agonizante Sol,
¿No oyes los lamentos que despiden a lo lejos
las brisas que agitan los tallos de la flor?
¿No escuchas, amor mío, los débiles rumores
de los pinos que estremecen los aires al pasar,
exprimiéndole al crepúsculo los cálidos
fulgores y al impoluto río las aguas cristalinas?
¿No escuchas las notas de aquella melodía,
esos dulces cánticos de amor y de placer,
que inspiran en tu alma, un torrente de poesía?
Pues mira: esos alegres y cálidos murmullos,
son de las frescas brisas,cánticos de amor;
son, alma de mi alma, piadosos arrullos
del espíritu amante que vuela hacia ti.
Por eso en esta hora de inquieta armonía,
el aromático ambiente me gusta respirar,
porque entre el rumor de las brisas, vida mia,
tus canticos a mi espíritu parecele escuchar.
J.Plou
- Autor: J.Plou (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de febrero de 2017 a las 09:37
- Categoría: Amor
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Inexistente, Y del Ávila
Comentarios2
Un placer pasar por su portal y leer sus hermosos versos estimado amigo José...
Un abrazo de sincera amistad-...
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Gracias amigo poeta, es un honor recibir una felicitación tuya.
Naturaleza y canto...tu escrito.
Gracias por leerme. Un abrazo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.