Desapareció,
como la noche frente al alba,
mientras yo esperaba todavía su frente libre,
su boca endemoniada, su verbo,
sus brazos de alucinado buzo de mar en el mar,
en el esfumado huracán de la sábana,
y ahora, en el agudo espectro de la espera.
Murió o no murió.
Se fue con silenciosa voz,
oliendo aún a las últimas caricias en mi cuarto,
se fue diciendo un adiós anónimo,
y ahora yo soy el triste amigo
de quien me batallaba con su piel compañera,
y yo alzaba en los penosos días de lluvia
hasta la fuente mágica del deseo.
Estaré aquí por varios días.
Después no me busquéis.
Estaré donde él está.
Iré a algún puerto
con mi contraído rostro,
conducido por la mano obsesiva del miedo.
Desde allí, donde vagan los muertos,
yo seré capaz de mi violencia abrupta.
Guillermo Capece
Direc.Nac.del Derecho de autor
- Autor: GuillermoO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de febrero de 2017 a las 19:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Necrofagotimes
Comentarios2
Excelente, como siempre. Un abrazo.
Muy agradecido, amiga Melba; tus conceptos son siempre bienvenidos. Gracias nuevamente.
Necrofagotimes:
agradecido porque llevaste a mi poema como "favorito".
saludos
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