Los tropiezos del camino han sido mi escuela
aprendiendo de las piedras que agostaron la senda
fui recordando cada una de ellas, seguro no son todas,
sé sortearlas, elevarme al tocar el polvo y no desesperanzarme.
Todo el trayecto resultó diverso, no sé que me aguarda
es lo bueno de no quedar en las sombras y salir por las estrellas
me hice amigo de la alborada y no le temo a la oscuridad de la noche
tan solo me ahoga el destierro y la orfandad de un abrazo de consuelo.
El caminar sin rumbo me halló en su huella
mas, la fe ha sido mi norte y supe aferrarme a ella
salir de las tinieblas, el sol de frente y una mano tendida
el amor se cruzó en mi ruta, acalló quebrantos, bálsamo de heridas.
El hoy me encuentra rozando el ayer solo con la memoria
la historia sirve para ser agradecido y no cometer los mismos errores
mas, la savia de la vida se saborea en presente compartiéndola con afectos
y a ti… sabes que te hablo, me resguardo en este querer para seguir avanzando.
Oscar A. Fernande Folguerá (Argentina)
Derechos Reservados Del Autor
- Autor: Oscar Alberto Fernande Folguerá ( Offline)
- Publicado: 28 de febrero de 2017 a las 13:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: Ross4
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