Todas las tardes, después del simposio,
la prueba de su éxtasis
me regala con broche de oro,
mi Adicta Elegante.
Yace lengüeteada
con su clara y melosa piel;
armoniosamente
caliente y húmeda a la vez...
¡Iluminándome!
...
Por devoto y sigiloso a su placer,
su sabor poseo
en mi lengua,
en mis vendas,
¡en todo mi ser!
¡Ah, a pura intimidad saben
todos mis vellos!
Aun así, sus maliciosos ojos y jugosos
labios me gritan:«¡Cómame!»
Está mordiéndose el labio,
¡Ah, tan jugosa y ansiosa es!
Ya lo sabe...
Le contesto: «Hmm. Hasta mañana, preciosa».
Me mira pasándose primero
su lengua por sus labios de arriba
y abajo, con sus manos, exhibiéndose toda:
«¿Me va dejar así con tanto anhelo, mi amante caballero?»
«Sí, ¡hasta mañana mi golosa adicta elegante!»
- Autor: Julián Riveira Dosártes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de febrero de 2017 a las 23:26
- Comentario del autor sobre el poema: Para las adictas elegantes...
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: Azucena Ibatá Bermudez
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