Joaquína se llamaba
la flor más bella q me cundió de amor,
era mi madre,
lo mas agrado de este mundo.
La que me enseñó a amar y a creer en Dios.
La que me regalo el cielo a pesar de su pobreza.
La que me regaló mil sonrisas sin pedirme nada a cambio.
La que me me indicó el camino a seguir.
La que con gotas de esfuerzo me hizo crecer
y creer en la esperanza.
La que ha muerto del mundo vivo,
pro habita el mágico mundo de mi corazón,
donde vivirá para siempre
junto a mi,
respirando mi mismo aire,
porque somos alfa y omega
que no tiene barreras para seguir amándonos.
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Comentarios1
Que humildes y hermosas letras llenas de ese inmenso amor por la persona que te dió la vida, me ha encantado tu poema amigo, fue un placer pasar a leerte.
Thenamora.
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