El papá que nunca fue.
Bueno ahora ya sabrás que pasa,
ya es hora de la verdad;
este infierno lo llamamos casa,
esto si es calamidad.
Siempre esta cama estuvo tan fría
que parezco un esquimal,
y ya tanto hielo que no cabía,
y por eso nos fue mal.
No hay quien recorra mi camino,
no hay quien a mí me llorará;
yo quería tener un niño,
pero nadie me dirá papá.
Ya se agotó toda mi paciencia,
muchos años he esperado,
de que tengas la benevolencia,
de ayer haberlo adoptado.
Ahora tengo mucho por caminar,
el tiempo no es un aliado;
tengo muchas metas más por culminar,
mi cuerpo esta mutilado.
Encontraré alguien más por la carretera,
que recorra mi camino;
tiene que ser real y no aventurera,
yo no creo en el destino.
No me interesa si le falta algún diente,
no soy un príncipe ni mendigo;
que diga la verdad y sea valiente,
buena madre y señora conmigo.
Fher.
(Todos los derechos reservados por el autor)
- Autor: Fher. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de marzo de 2017 a las 02:40
- Comentario del autor sobre el poema: Amar es dar, no sólo recibir. Un claro ejemplo del egoísmo personal de sentirse amado y no poder hacer feliz al otro. Déjalo ir.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 68
- Usuarios favoritos de este poema: Gisela Guillén
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