**~La Llave del Cofre de Cristal - Cuento Corto~**

Zoraya M. Rodríguez

Había una vez una isla llamada Univarita. En Univarita se podía observar la playa descendiente de la isla por sus aguas cristalinas y templadas. Había un lugar predestinado para que los bañistas tuvieran acceso a la playa. Un grupo de jóvenes americanos vienen de vacaciones a vacacionar y hacer travesías en la isla Univarita. Se llena el comercio de una sublevada economía por la llegada de muchos turistas a la isla solitaria e imaginaria. Entonces un ciego que era muy sabio, les contó que existía un cofre lleno de oro de un tesoro enterrado en la playa de Univarita, casi en las afueras de la playa por un pirata llamado Condurú que estaba predestinado a morir por otros piratas más poderosos que él. Nadie le creía al ciego, hasta que una muchacha que tenía tatuado en su piel la leyenda de un mapa y lo descubrió el joven llamado Tutorifo que venía con ella a vacacionar. Condurú el pirata que entierra el cofre de cristal en la playa Univarita, hizo antes de morir una leyenda en el cuerpo de una niña que era la hija de su mejor amigo el pirata Desmini. La hija de Desmini fue a vacacionar en esa playa por encomiendas de su padre, porque antes de fallecer le contó la historia. Pues, ese grupo de americanos estaba ella, la hija de Desmini. Ella, silenciosamente calla al ciego con un gesto casi nervioso, porque, ahora, ella sabía que alguien sabía de ese tesoro escondido en la arena de la playa en Univarita. La leyenda decía tres pasos a la izquierda después de la orilla cerca del muelle Los Inocentes, dá una vuelta de carnero, y tres pasos a la derecha, proseguir hasta ver un caracol enterrado que nadie lo podía desenterrar de la arena, cuatro pasos a la derecha, da un salto de conejo y tres pasos a la derecha, dar una vuelta en U, dar otra vuelta en O y seguir por el camino entablado de madera, cuando llegues al final, doblar a mano derecha, dar una vuelta en U, pisar tres veces la arena, saltar cinco veces y doblar a la izquierda hasta hallar un cangrejo muerto enterrado que nadie podía desenterrar, era como de piedra de mármol y todo de la misma manera que tantos años lo dejó escrito y estipulado como tatuaje a la hija de Desmini. Proseguir la senda corta y estrecha hasta ver la playa de lejos, y así, socavar la flecha con la punta enterrada que se encuentra en lugar tan desolado y desértico. La hija de Desmini llega al lugar junto a Tutorifo y otros dos más acompañantes. Con una pala, socavan el lugar y socavan y socavan… No se encontraba nada, hasta que uno socavó un poco a la derecha y palpó algo extremadamente duro, una superficie de dureza extrema y sí, era el cofre de cristal, tan traslúcido y transparente que se podía observar todo desde fuera. Y ella hace la invocación de los piratas de Condurú y es esta, -”ay, ay, unum, unum, perché in il mio cielo e avere freddo di calore dans mon pelle”-. Una letanía entre italiano y francés y español, y ella se dice: -”ese indio era un brujo”-. Saca el cofre lleno de oro y sí, era todo de oro. Entonces, pero, nunca le dijo algo, que la llave para poder abrir el cofre de cristal y de oro.  ¿Cómo saber quién tendría la llave?. La llave la tenía el ciego, como un dix en su cuello. Ellos regresan hacia la playa de Univarita, al revés. La leyenda la ponen al revés y regresan como mismo habían llegado. El ciego, todavía estaba en medio de la playa y expresando a todos que había un cofre de cristal y de oro en la afueras de la playa de Univarita. Todo mundo quedó asombrado con ese cofre tan inmenso que los americanos llevaban consigo para poder abrir y disfrutar al máximo lo que valía en el mercado su peso en oro. Entonces, el ciego que era ciego, no hay peor ciego que el que no quiere ver, les confirió la llave de oro que abría el cofre de cristal con oro. Pero, una cosa les pidió que nunca dijeran que él estaba vivo, pues era el Condurú, el amigo de Desmini, el pirata que enterró el cofre de cristal con oro en las afueras de la playa de Univarita. Que él, como era un ciego no podía disfrutar de esas cosas, se las dejó explícitamente a la hija de su mejor amigo del pirata Desmini. Cuando la hija de Desmini hizo hincapié para abrir el cofre de cristal con la llave, pues se parte en dos la llave. Por el tiempo, el sudor y el calor y el sol penetrando a la llave como dije en el cuello del ciego en medio de la playa. El cofre era de un material casi traslúcido, transparente, y se podía abrir con cualquier instrumento o herramienta. La hija de Desmini es la nueva rica con la fortuna de Condurú en el nuevo vecindario. Condurú fallece un año después de descubrir su tesoro bajo la arena en la playa de Univarita. Y todo queda muy feliz. La hija de Desmini invoca al dios de los piratas con la misma loa, -”ay, ay, unum, unum, perché in il mio cielo e avere freddo di calore dans mon pelle”- cada vez que adquiere más poder y fuerzas y tener la riqueza de la fortuna de un cofre de cristal y de oro…

**~FIN~**

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  • Autor: EMYZAG (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 4 de marzo de 2017 a las 00:07
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 15
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