El alcohólico
Yo con la cabeza entre las manos pensativo
rememoraba las oraciones del pasado
y fui reflexionando entre soberbio y altivo
que era ya suficiente lo que había rezado.
Lo falaz y mundano me tenía absorbido
y había dejado por un lado la oración.
No creía así, que fuera mucho lo bebido
y por eso mantenía terca libación.
No eran suficientes del amigo los consejos
ni de mi madre el reclamante y continuo llanto.
Ya fueran licores nuevos, baratos o añejos
para mi todos acomodaban un encanto.
A pesar de la mantenida euforia embriagante
una continua congoja en mi alma se clavaba,
habiendo en mí interior algo inquieto y anhelante
que en el espíritu y el cerebro se alojaba.
Había un no sé qué, que esperaba y que no viene
y lo que llegaba era tan solo un desespero
¿en qué lugar se me ha perdido o quién me lo tiene?
¡que por mantenerme esperando, de a poco muero!
Un día cualquiera de rutinaria embriaguez
no sé cómo explicarlo, a una capilla entré.
Me invadió una gran congoja, asfixiante estrechez,
me llenó un tenaz temblor y contrito lloré.
De repente me vi ante Jesús arrodillado
y su mirada amorosa mi alma traspasaba.
Con celestial voz dijo - ¿Por qué te has alejado?
¿no has oído que constantemente te llamaba?
- Señor yo de ti me creí por siempre olvidado
y mis rezos de hombre y de mi santa madre unidos
imaginé que a ti nunca te habían llegado…
o no escuchabas, por estar en licor sumidos.
-Hoy sé que soy tan culpable, olvidé tu bondad
en mi etílica euforia me creí gran señor.
Pisoteé el honor, avasallé dignidad
y ni de madre y amigos atendí el clamor.
Percibí mis ojos anegados por el llanto
y exclamé con voz sollozante y estremecida
¡Señor por piedad cobíjame bajo tu manto
y devuelve la perdida razón a mi vida!
Ruego por tu cruz alejes de mí este quebranto
quiero a una limpia y nueva vida renacer
ya no puedo más vivir en este cruel espanto
permite que pueda tu confianza merecer.
Un silencio denso y solemne se hace sentir,
se contrae mi cuerpo con convulso temblor
el perdón del dulce Jesús está por venir
y va llenándose mi alma de ardiente fervor.
Sentí que entre mis labios la plegaria nacía
y una inefable paz mi corazón inundaba
y el marmóreo Cristo que inerte parecía
con su sangre, mi pesar y mi dolor lavaba.
- Autor: Evandro Valladares ( Offline)
- Publicado: 4 de marzo de 2017 a las 21:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: Raquelinamor, María C., LAYA MIR MAR
Comentarios6
Reflexiones de un alcoholico pensante, que extraviado del sendero caminante, llega a buscar el perdón al esquivo cristo agonizante.
Saludos Evandro, buen trabajo.
Es un honor contar con tu comentario hacia unas letras que lo que pretenden es hacer sentir que la Fe nunca debe perderse y que Dios nunca nos abandona. Gracias amigo.
Es un honor recibir tu comentario. He querido hacer sentir que la Fe nunca debe perderse y que Dios nunca nos abandona.Un abrazo.
Enormes Gracias por el encomio a unas letras que pretender dejar la convicción de la Fe y la Esperanza. Un abrazo.
Evandro algo pasó en las respuestas pues aparecen seis respuesta en mi página, pienso que algo sucedió ya que deben ser para distintas personas, un saludo cálido.
Uff magnifico tetradecasílabo yo no se hacer, aprenderé espero
Un abrazo
Evandro un poema sobre una enfermedad que padecen muchos y tiene su impacto social. Abres una luz de esperanza que sale del fondo del ser inspirada por Cristo y que da la voluntad para recuperar la vida. Muy bonito y reflexivo poema. Saludos amigo
Gracias mi hermano. Por suerte nosotros no caímos en esas garras del vicio. Dios nos ha bendecido desde siempre. Mi abrazo fraterno.
Que poema! interesante el tema, el drama de quien esclavo del alcohol clama y ante el Cristo pide perdòn y vuelve a la vida sanado de alma, cuerpo y corazòn. Bella reflexiòn para aquellos que creen y confìan en la existencia de un ser superior, ayuda a quienes estan al borde del abismo. Felicitaciones, gracias por compartir y reciba saludos de universal amor de raquelinamor
Me siento muy bien con esa fracción de tu amor universal que me corresponde. Gracias por pasar por mis letras.
Renover heridas sin cerrar, sangrar ... echar sal y llorar....
Hermosisima realidad, claramente limpia y transparente alma al desnudo.
Un cordial saludo.
LAYA MIR MAR
LAYA MIR MAR: Gracias por pasar por mis letras. Gracias a Dios mi vida se vio libre de esos vicios devastadores. Como medico me ha tocado ver y sentir esos dramas terribles. Muchos de mis poemas tiene como origen el haber conocido muchas tragedias humanas que han llevado a fracasos familiares y sociales. Gracias de nuevo por tu lectura. Un abrazo.
Tristemente en mi familia lo he visto sin poder rescatar a quien, en su ceguera, no se dejaba rescatar... suelen ser personas de una gran sensibilidad, inteligentes, generosas que aman sin limite dando todo y sin quedarse sin nada para ellos... yo también tengo algo escrito a esa persona perdida en el alcohol, que nunca olvidaré y llevaré en mi corazón eternamente... También en mi profesión, como usted veo a diario dramas de ese calibre... mi poema se llama LA BOA Y SU ESPOSA ( o algo así, no recuerdo ahora exactamente)... Un cordial saludo, Muchas Felicidades por abrir los ojos a tiempo, su segunda oportunidad seguro que enriquece a la humanidad y devuelve la alegría a sus seres queridos, igualmente su ayuda será un gran beneficio a quien le rodee, humana y socialmente hablando enriqueciendo a todo el que le conozca. Un cordial saludo.
LAYA MIR MAR
Evandro:
Muy bien dirigido
tu poema.
Excelente tema.
Un abrazo de amistad.
Gracias mi amigo. Mi aprecio invariable para ti. Un abrazo.
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