Cada vez que te amo
en tu cuerpo muero
como furiosa tormenta
diluvio el esfuerzo
la respiración
es viento
que danza en copas
de ramas crujientes.
La naturaleza colapsa
en tus ojos
desbordados
con el ritmo de las aguas del mar
golpeando en mi pecho.
Quiero gritar
como el primer estruendo
de la naturaleza
uniendo mi voz a la tuya
y que todo se ilumine
como el sol de estío.
Cerrar los ojos
y que termine el día
que todo concluya
sin que continúe
que nada haya existido
que no se repita
y
cortando los tiempos
se apaguen los luceros.
Que la creación
hubiese sido
solo
para los dos
y nuestro amor.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de marzo de 2017 a las 10:59
- Categoría: Amor
- Lecturas: 75
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