Las casas solas, guarida de gatos,
por accidente refugio encontraron,
murieron los padres, se fueron los hijos,
la gran soledad, cubre ya de fijo.
ya no hay mas niños, como en los ayeres,
la mitad hombres y mitad mujeres,
ya toda fachada, cubierta de polvo,
antes tan lucidas en el mes de agosto.
Aquel regocijo de los quince años,
tantos pasteles, en aquel antaño,
con los payasos, generando risas,
muchos miraban, desde las cornisas.
Los padres se fueron ya muchos han muerto,
los hijos están, en un mundo incierto,
bichos nocturnos, forman otro ambiente,
en años atràs, bajo un sol ardiente.
ya todo viste, lúgubre y tan gris,
en los ayeres eran flor de lis,
espero pronto, que cambien los días,
y griten niños, pero de alegría.
Vuelva el ambiente, mi recuerdo tengo,
mi padre y madre, alegría me dieron,
que mis amigos, vengan de visita,
aunque tengan nietos, véngan ya de prisa.
Ven alegría, por estos parajes,
se ven tan tristes, que cambie su imagen,
este fue lugar, con alegre ambiente,
que siga siendo, bello ahora y siempre.
- Autor: Pedro Ruiz Lopez ( Offline)
- Publicado: 8 de marzo de 2017 a las 12:33
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema lo ice mirando las casa abandonada que hace treinta años o más estaban llenas de alegría por los niños con sus papàs y que hoy cada quien tomò otro rumbo y quedaron abandonadas, solamente el recuerdo.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 374
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.