Por Alberto JIMÉNEZ URE
La «FIESTA» [1]
Me busca (ansiosa)
Porque soy, con mis pensamientos,
Un sujeto peligroso para la permanencia
De su casta: tanto pretendo su desaparición
Que mi Ser Psíquico es la «tecla detonante»
De un explosivo jamás imaginado
Por la Industria Mundial de Armas [IMA]
Lo admití un día del difunto Siglo XX
Y, obcecado, proseguí haciéndolo
En distintos pódiums donde los unos
Se cuidan de no decir «sus verdades» a otros
Durante el curso del todavía novísimo XXI.
Empero, [que] ninguno atrévase apresarme
Porque su apuro será un adelantado boleto
De viaje hacia el lugar donde todos temen
Ser enviados por mí: ese individuo peligroso
[Que] ha visto los hospicios [que] aguardan
A todos los no sacramentales del Mundo.
La «FIESTA» Me busca (ansiosa)
Porque hace años vaticiné
Su infausto advenimiento,
Y hoy me declaro su inmisericorde
Fumigador en territorio paranormal.
«FIESTA», que a nadie diviertes
Y a la Humanidad atribulas,
A ti la extremaunción oficio […]
NOTA.-
[1] «Federación Internacional de Estados Socialistas Totalitarios Americanos»
- Autor: DEMÓDOCO ( Offline)
- Publicado: 8 de marzo de 2017 a las 15:51
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 87
Comentarios2
En estos versos el poeta hace una retrospectiva de mea culpa por "asistir" a la novedosa "FIESTA", a la que muchos hicieron presencia jubilosa, de gala, por la novedad del anfitrión advenedizo; pero que ahora, ese alborozo, se ha transformado en pesimismo impotente de una potencia escritural sin ambages, que pretende fumigar con sus letras deletéreas su territorio ideológico, tanto como a su comparsa perniciosa de anacronismo político perverso. Así, el poeta otorga la "extrema" unción con su mano "izquierda", la misma que los acogiera con el optimismo fértil de una utopía realizable.
En estos versos el poeta hace una retrospectiva de mea culpa por "asistir" a la novedosa "FIESTA", a la que muchos hicieron presencia jubilosa de gala por el anfitrión advenedizo; pero que ahora, ese alborozo se ha transformado en pesimismo de potencia escritural contestataria sin ambages, que pretende fumigar con sus letras deletéreas a ese territorio ideológico y a su comparsa perniciosa de anacronismo político perverso. Así, el poeta, otorga la ‘extrema’ unción con su mano "izquierda" la misma que los acogiera oportunamente desde su creencia ideológica de bienaventuranza.
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