Aún recuerdo tus sabias palabras, jamás olvido
que fuiste conmigo tan buena y generosa,
te recuerdo bella, con un enorme parecido
a una resplandeciente y perfumada rosa.
Abuelita, me pregunto: ¿Adónde has ido?
¿Dónde tu alma alegre y gentil reposa?
¿Dónde estás? Estoy firmemente convencido
que no estás en aquella fría y solitaria fosa.
Una voz interior colma mi alma de alegría
dice que alzaste llena de infinito anhelo
como una golondrina, feliz y raudo vuelo...
Ves abuelita linda ¡Lo sabía, lo sabía!
que no estás en aquella tumba tan callada y fría
sino junto a Dios, allá en el inmenso cielo.
- Autor: Raúl Navarro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de marzo de 2017 a las 10:49
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema lo escribí sólo un día después del fallecimiento de mi abuela Rosa.
- Categoría: Familia
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L
Comentarios1
Tristes versos, aunque bellos, quien tiene la dicha de disfrutar del amor de los abuelos esta bendecido, porque nada es comparable a esa ternura. Gracias por compartir tus hermosos y sentidos versos.
Un saludo cordial, feliz dia, Alex.
Gracias Alexandra L. igual que pases un feliz día...
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