Así, despacito y sin darme cuenta
te fuiste metiendo en mi mente,
y sin abrirte la puerta,
me fuiste robando el alma.
Despacito, muy despacio...
sentí el aroma de tu piel
y con la tibieza de tu cuerpo,
me entregué perdidamente
en la suavidad de tus manos.
Así, en un instante de vida,
abandoné mi soledad
y deleitada en tu dulzura
me he convertido en tu amante.
Hoy con vehemencia pides
que ante Dios y ante los hombres,
perpetuemos esta entrega,
en alianza marital.
Yo, con con el corazón henchido,
muy segura de tu amor
porque eres a quien buscaba
te digo si, hasta el final del camino,
estaré siempre contigo, amor mío.
- Autor: Kohatmi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de marzo de 2017 a las 18:52
- Categoría: Amor
- Lecturas: 87
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor, Lualpri
Comentarios1
Que hermoso es el amor, una entrega sin reservas hasta la eternidad. Un gusto leer tus letras, poetisa.
Saludos
Mallito
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