Embelesado estoy, escuchando el rumor que viene de esas
rocas negras y verdes que rompen el envite del oleaje en la
bocana del puerto. En el aire, flota aroma de sal y yodo...
Se, que no soy duende, tampoco entiendo de sortilegios y
milagrerías, pero seguiré a la espera de ver llegar la lluvia
tan necesaria carente de quebrantos.
Seguiré junto al mar de día, y por las noches, me impregnaré
del aroma de azahar y jazmín del barrio donde resido, hasta
que decidas regresar, como hacen las aves migratorias...
No se, si podré dormirme ne compañía de la noche joven,
lo intentaré, haciéndolo en silencio al amparo de la sombra.
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 18 de marzo de 2017 a las 03:53
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 76
Comentarios1
Ausencia que martilla...como el evite de ese oleaje que pintas.
Gracias Inexistente por tu comentario
Un saludo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.