Cada latigazo, cada golpe;
cual música siniestra sonaban al contacto con su piel;
aquella lacerada por el tragin de la terrible aventura; más
su cuerpo no reaccionó ante el dolor.
Uno tras otro fulminante el látigo sonaba, más
ni una lágrima, no había señal física de dolor.
Desesperada anhelaba sentir aquello, pero a cambio
desde sus hondas entrañas, el centro de su pecho
o lo profundo de su conciencia, un desgarrador grito brotaba;
desesperándole, ahogándole en el suplicio excequial; al punto que
de haber creido en la existencia del espíritu
se hubiese atrevido a decir
que el dolor que fluía...
era solo del alma.
- Autor: Nav Fenix (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de abril de 2010 a las 22:18
- Comentario del autor sobre el poema: Muchos seres nos hemos enfrentado cara a cara al dolor; todos reaccionamos de maneras diferentes; mientras otros no nos atrevemos a reaccionar. Y en momentos como esos quisieramos poder creer en la fuerza del espíritu para ser protegidas por aquello, pero peor aún, esa creencia no hace conocer ademas del dolor del cuerpo, el dolor del alma...
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 109
Comentarios1
Me encanto! me ha dejado sin alientos!
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