Pínchame el dedo y asegúrame que todo va a estar bien.
Una aurora boreal nos atraviesa, para que descansemos del augurio
Fronterizo. Este esquema glorioso de nuestros órdenes sub-
Versos (con)vertidos como párpados. Magnánimamente libre y compuestos de carbonato de manganeso.
Darte la mano y casi (r/h)ozar tu esquiva cadera.
Llevándonos al punto nieve en sólo segundos. Inocencia o indiferencia a los p(i)rop(i)os des(a)tinos.
Yo, la primera persona que tritura tu cuerpo ávido de nueces. Tan marcado
Como tus muñecas o tu frente espinoriosa. Yo, que también puedo ser
Tu (t/l/p)echo tejido de mimbre y mullidas nostalgias.
Claréame las patas de gallo y las canas desertoras hasta que aprenda a tocarte
Como un pentagrama a la inversa, con clave de Tierra.
Lo dicho es un milagro de nuestros anzuelos, verd(ad/or)es colgando como lombrices ciegas.
Obelisco de sílabas, penetramos al cielo, le arrancamos un jirón de escarlatina.
Esta es la seña contra la que el olvido apuesta: mi sangre que te llevas,
Para llenarme de guitarras y ferrocarriles (co/se)diciosos.
Entre tanto, tejes y manejos
Este frío polarizado que nos rescata. Te paso un mate amargo,
Para curarte la gravidez. Pondrás un piolín en la puerta
Para entretener mis fantasmas. Te borroneas
Entre lo revertido y lo trascendido, pero yo
Te ilustro, fiel a tus punt(o/a)s y arr(i/o)b(amient)os. Hasta que (re/des)aparezcas.
- Autor: Necrofagotimes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de marzo de 2017 a las 01:37
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 87
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