A UN SANTO DE DEVOCIÓN QUE TENGO.

Salvador Cano



Recordando tu sonrisa llevada por el tiempo,

y los anhelos que perfuman el sádico incienso;

en silencio cautivo, a solas suscito por tu amor

recitando en mi mente una corta  oración,

A un santo de devoción que tengo. 

 

Encendiendo una velita de llama roja y ardiente,

se sujeta mi vida, se sujeta mi muerte.

Por tus besos, por tu amor, por tus caricias, 

por un milagro yo vengo,

ha rezarle a cada hora, a cada instante,

A un santo de devoción que tengo.

 

Un florero cálido y frío posee una flor blanca,

ahí habita mi vida, ahí habita mi alma.

Flor que  perfuma el altar, aroma que revive tu mágica existencia,

De pensar que no serás mía, ilusionado, yo me  aludo,

porque ruego cada noche que tú el corazón a mi me ofrezca. 

 

Mi suerte ha de conspirarse lejos de esta tierra;

mis plegarias serán oídas porque tengo fe, es  mi creencia;

anhelo tu amor, deseo tus caricias,

y al mar, al viento, y al cielo, mi ambición yo la sostengo, 

porque confío firmemente en un santo de devoción que tengo.

 

 

 

 

  • Autor: Manuel Salvador (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 25 de marzo de 2017 a las 01:36
  • Comentario del autor sobre el poema: Muchas veces elevamos oraciones al cielo pidiendo por ese amor que tanto anhelamos.
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 70
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.