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Como el eco de una nube,
como el algodón tan suave,
así, es encandilar la piel,
cuando la avidez es fiel,
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¡es el eco!,
¡sí, es el eco!,
de tu cuerpo sobre el cielo,
es la voz que envenena,
cuando evoco el eco de tu voz,
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figura trascendental,
transparente como el cristal,
como el frío natural,
como el equinoccio invernal,
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como una sal en el mar abierto,
tan real como lo incierto,
tan eficaz como lo experto,
que vive hoy lo que perpetro,
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¡es el eco!,
¡sí, es el eco!,
de tu gran presencia,
como en la ausencia,
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cuerpo translúcido,
y en el tiempo perdido,
y por más herido,
y por ser oxidado,
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queda el verano sin sol,
y el invierno sin frío,
como sin luz el farol,
y como sin vivir un crío…
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- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de marzo de 2017 a las 00:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 102
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