Sol eterno como el tiempo,
le cuentas los minutos
a los pobres del campo.
Campesinos despiertan antes del alba
almuerzan lo equivalente a nada,
se visten con los trapos antiguos,
caminan sobre sus zaparos rotos
acelerando el pazo para llegar temprano.
Nubes blanca como el alma del campesino,
que se encamina para buscar alivio
entre las hectáreas de tierra del enemigo.
Campesinos con su hoz cortando la maleza,
con sus manos maltratadas buscando esperanza,
entre las tierras fértiles que ellos cultivan
sonriendo por cualquier tontería,
sin importar la triste desdicha,
de tener el fruto en las manos,
para entregarlo al menor precio
al despiadado hombre de negro.
Varias horas tomando solo agua,
enfrentando al tiempo,
y al poderío del eterno sol,
que luchan fragantes contra la piel
del señor campesino dador.
Llegará el crepúsculo y comerá,
sus brazos cansados,
tomaran la Luna en un abrazo,
el agua limpiara el sudor,
caerán tranquilos por su amor,
al trabajo honrado y humilde,
pero soñaran que son libres.
- Autor: ErC ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2017 a las 02:45
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 104
Comentarios1
Así es amigo, una triste realidad. La grandes ciudades tienen una deuda histórica con nuestros amados campesinos, yo misma soy de origen humilde y campesina hasta los huesos, estoy trasplantada en la ciudad, vivo en el corazón dividido.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.