En las mañanas al despertar,
titilaban sus ojos cuando lo veía;
Su cuerpo se estremecía al escuchar su voz,
cuando en un susurro al oído algo le decía;
Luego con un tierno y cariñoso beso se despedía;
Y desde lejos con la mano le decía.
Te quiero alma mía.
- Autor: Pato_iqq ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2017 a las 07:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
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