Aquel rosario dorado,
en la cual con el paso de los años
sería usado por aquellos niños
que han dejado un gran amor en su pasado.
Todos fervientes a aquellos rezos
en donde suspirábamos unos momentos.
Aquellos que soñamos con ser beatos,
y nos bastarán muchos esfuerzos.
La Biblia, palabra transcrita
que no espera ser leída
más bien vivida
y se vuelva mi fiel confidenta.
Me encomiendo al Todopoderoso
y le clamo la más amarga letanía,
que evite toda advertencia
y me convierta en el ser más escrupuloso.
- Autor: Jorge Venegas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2017 a las 21:16
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 29
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.