Bebe del agua de la fuente fresca
de sorbo en sorbo ingiere con esmero
espera que de aquello hondo un te quiero
incierta alma bendita, bien le ofrezca.
Y cuando llega el viento que la agita
se incorpora de su actitud postrada
su mirada se pierde hacia la nada
mientras tanto; él la añora y la medita.
La calma pone fin al remolino
no hay nada que en su afán su afán evada
si en su búsqueda encuentra lo divino.
Alguien le habla y él se piensa escuchado
la voz dulce que asemeja de una hada
tal que hace, que se sienta afortunado.
- Autor: Inexistente ( Offline)
- Publicado: 31 de marzo de 2017 a las 16:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 87
- Usuarios favoritos de este poema: yunque, abuelopepe, Alegria libertad, kavanarudén, Maria Hodunok.
Comentarios3
esas nostalgias uuff casi nada ,esto que escribiste y compartes con este grandisimo soneto es de una belleza que te penetra en los tuetanos del alma amigo poeta, abrazos
Gracias por expresarte solidario a estas letras. Abrazos míos amigo.
Magnífico tu soneto! Te felicito.
Verdadera poesía. Gracias por compartirlo.
Abrazos del alma
Gracias por tu aprobación abuelopepe.
Abrazos también, compañero de letras.
Dulce y precioso versar.
Existencial y etéreo.
Un sentimiento expresado y compartido.
Un placer leerte
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