Le sujete la mano y comenzó el viaje,
Su nobleza la sentí al tocar la suavidad de sus manos,
Su cabello oscuro y largo me iban envolviendo poco a poco,
No fue difícil amarla,
Incluirla en mis planes,
Enseñarle nuevos sitios,
Besar cada una de sus heridas,
En las mañanas al mirar sus ojos que parecían dos soles, se iluminaba mi camino.
Fueron momentos muy felices,
Envueltos de inocencia y amor,
Constantemente agradecíamos
Al cielo nuestra union.
Sus abrazos cálidos jamas olvidare,
Al igual que sus pequeños pasos
El singular caminar que poseia,
Su porte de reina
Y belleza intelectual.
Quiero que recuerdes con cariño,
Y que no olvides aquel abril
En aquel jardín cuando mi voz entono un:
"Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas".
Tu respondiste:
"Y se unieron entonces tu corazón y el mío, como se van uniendo los bordes de una herida".
Seguido de estas palabras sucedió el beso eterno.
Ese que hizo abrir flores blancas
Y volar mariposas.
Ahora viendo lo basto del destino,
Pido a mi creador seas feliz y tengas todo lo que soñaste,
Siempre serás mi mujer,
Mi mujer eterna.
- Autor: Magenta82 ( Offline)
- Publicado: 1 de abril de 2017 a las 01:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 740
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
No sé si lo escribiste o te lo dedicaron pero es un bonito poema que la vida nos da sorpresas hermosas en los momentos menos pensados.
Con cariño
JAVIER SOLÍS
¡Buen dia! Fue escrito por mi, juntando palabras dichas de una persona amada.
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