Podrá el cuerpo constreñido de rodillas caer y aún así, mi espíritu seguirá de pie, erguido soñándote...
y cuando el tiempo me atrapé en su indeclinable afán, y se cieguen los ojos de mi entendimiento, seguiré inventando fantasías para que en cada alborada descanse mi locura en tu sonrisa.
Sé que en mi mundo nunca me rechazaras; jamás sucumbiré a quien me prohíba conocerte; que la realidad mate sueños de otros, pero no los míos.
- Autor: ELF ( Offline)
- Publicado: 1 de abril de 2017 a las 11:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: Y del Ávila
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