-Dice el cielo, mi carne tornasolada
Es todo vuestro mar (abierto) confuso
Aire volcado por todos los tiempos
De tierra entremezclada, navega el hombre
Es un árbol ahora de lo que fue un arbusto
Enarbolando complejas entidades, uno
Más uno nos plegamos, el frío, el hambre
El sueño, nominado guardián (allí) del fuego
Brotaron retoños fuertes y seguros
-el cielo procuraba resguardar tales pilares-
Pero aún antes de mi venida hubo un orden
-cómo dirás, -es posible un orden antes del caos-
Uno de nosotros, un rugido; tomó el lugar del líder
/caído/ Sin temor a dar muerte, el trémulo, el espasmo
Doblegó nuestras rodillas, el desacato es penado, a muerte
Él que era el hijo el más fuerte, del golpe, a muerte
derrocado ael abismo, el lamento más anciano
Despedimos la onda, adoptamos el rayo
Como signo lógico /_ nos callamos
En lo partido, fulgor / de la violencia a
Ser rasguño, destellar colmillos natos, el poder no
es algo que se tenga entre las piernas o manos, se ejerce
a gritos, a rasguños, a muerte pero no amenazas vanas
La organización es un circulo concéntrico donde el calor
Perdura sobre el cielo –nada nuevo- mañana hubo sol
- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 3 de abril de 2017 a las 16:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 48
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