El mal del hombre, la apropiación de los placeres
Del otro, del otro, del otro negado –no hay otro aquí-
La verdad, es que desde antes de la disciplina
-aquella intromisión dolorosa, de la posibilidad extenuante-
-aquella gloria fundante e inmiscuida de la vigilancia futura, en tanto-
No hubo dosificación de los placeres [la muerte
La madre, el granero, nos enseñó morir o no de hambre]
Solo después de la palabra lo conseguimos
(¡La palabra! aquel condenado castigo)
Pero no había palabra en aquél
Entonces
Fuimos lacayos
No te olvides hermanos
Seguimos siendo lacayos
No te olvides hermano
La vida no se trata de vivir por un ajeno
No te olvides hermano
La vida es un mandato (divino, pagano)
No te descuides hermano
/recupérate del torrente, resguárdate bajo techo/
Tarde o temprano, el cielo nos pide
Explicaciones /
/sobre el derroche del tiempo
Tarde o temprano, el cielo cae
Por su propio peso, todo arde cons(u/i)mado
-de ahí proviene la noción de gasto-
- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 5 de abril de 2017 a las 17:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 76
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