Cristo zaherido y desnudo
un silencio atronador te acompaña
tu mirada pide clemencia
vas a entrar depojádo
como un desheredado
en el templo de los grandes fastos.
Yo ne quedo en el mundo hablando
contigo, a qué tanto castigo
para el más solidario de los amigos.
Pero por ahí viene tu madre
y la noche es menos noche ¿Quien
le iba a decir al poeta que pudiera existir
tal maravilla? Dos hermanas
una mas gitana y marinera y la otra
desde siempre ancláda
a su tierra, despierte el alma
que tu calle es más calle y a tu balcón
ya no le hacen falta macetas
así, es Sevilla una gran contradicción,
celebra la dolorosa pasión
con una desgarrada saeta
Sevilla ese imposible mundo de duelo y fiesta.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2017 a las 15:44
- Comentario del autor sobre el poema: He vivido la Semana Santa desde que era niño, no la veía desde un balcón, la veía a pie de calle, oía a un ciego cantando una saeta, el l ciego era conocido por la gente del barrio, y su voz llegaba muy adentro, era tan emotivo que hasta las personas no creyentes, compartían con el ciego su pasión.
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: Amalia Lateano
Comentarios1
Maravillosa Poesía.
Saludos.
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