Mis virtudes

En días no había sentido esto:

Como es posible que mi sonrisa este mas rota y vacía que nunca. ¿En que momento se quebró de tanto ser expuesta? Dificílmente comprendo como llegué hasta acá, hacia donde me dirijo en la vida. mis planes aunque muchos, poco están. Y mis palabras cada vez suenan más vacías, con menos eco, sin impulso mucho menos vida.

Mis pies se sienten tan alejados de la tierra, añorando algo que no es mío, queriendo algo que posiblemente sea una ilusión más en este largo camino. Vuelo y al mismo tiempo tambaleo de tanto que me sujeta y me hunde. Mi rumbo indistinto me arrastra a un momento sin gloria. Sin sentido.

La verdad no  se en que momento me convertí en lo cotidiano, en lo común... cuando de ser una princesa vilví a ser la calabaza, cuando el príncipe se esfumo y me dejo más sola que la palabra. Sigo sin entender porque canto esa canción  que me recuerda a tu aroma, tu voz, y me regresa a ese momento del cual  deseo olvidarme. Porque vienen palabras, promesas, panfletos. Libretos que ya has usado.

Siento que ya no tengo la vitalidad que sentía en mí. Y es así pues te llevaste parte de mí, momentos, vida, tiempo, amor. Despertaste a la bestia dentro de la princesa. Ahora sigo encerrada en una torre custodiada por el dragón que tú creaste, sin saber como vencerme, como anular cada gramo de odio, sin poder erradicar el virus de la maldita soledad en mí.

Alguna vez recuerdo ser libre, no depender de nadie. Lejos quedan los días en los escribía por placer, ahora estas tú... en mis recuerdos, en mis canciones, en mis amaneceres y atardeceres. Dejé de brillar pues tú me hurtaste lo mas valioso, mi corazón. Soy como el joyero, sin  su mejor pieza. Como ese bocadillo sin sal, como las olas del mar cuando baja la marea.

No puedo llorar,  pues ya no tengo lágrimas, tampoco reír pues se murieron mis esperanzas. La soledad carcome mi interior. Lo que queda de el.  Me matas y lo peor es que solo te necesitaba a ti. No pedía más, no quería más. Sólo que estuvieras aquí, que te quedaras porque sí, por ti, por mi. No tener que ver hacia un horizonte lejano, sin asombro ni sentido.

Y no porque te necesite, si no porque contigo soy mejor. Amó lo que eramos pues lo que somos es un mal chiste. Un juego vendido, el final de una apuesta segura que buscaba hacerme perder. Las burlas de la vida me llevan a ser esto. A ser yo la que llore por dentro como una ganadora, a demostrar mi coraza, a ser valiente. Mas de que me sirve si perdí todo mi interior en el proceso.

Pensaba que en la vida recibías lo que sembrabas, ahora me pregunto que hice mal para que en lugar de remontar cada vez caiga mas al fondo. En que falle, donde estaba la trampa porque hasta hoy el ir de derrota en derrota me deja claro que pago mas que lo de una vida. Es el carma mismo quien  se hace presente una y otra vez determinando las jugadas.

O acaso el destino ya decidió por mi, y quiere me pudra por dentro con todo y lo poco que queda de mi. A donde se fueron las sonrisas, las caricias, el amor. Perdí mi vida, me perdí y aunque quiera en este momento  aún no se como regresar a mi. Estoy en esa agonizante travesía que me mata, me cambia, me envuelve.

Deje de creer en todo, en todos. Y mas que recoger ahora voy pateando las piedras que encuentro en el camino.

Esa soy yo,

la patética,

La que murió intentando amar...

-Joss-