la copa del consuelo
Colmada de mi herida
Niebla sonámbula de otros tiempos
Ahoga el arrinconado grito tirano de la Miseria cruel
Me quema la fría lágrima
Es el acero frío de la nostalgia
Rodando interminable
Por el camino que siempre me quiso perder
Sus ansias son lastre del deseo
Que se repite en el reflejo incesante
Del golpeteo que adorna mi muñeca
Cada uno desprende mi presente
Como una polilla errante que descascara la luna
Culpa tiene la noche del fulgor casi inocente
De su invitación conoce mi garganta
Que se desata el nudo atragantándose
Y ya corre el sudor frío como garúa de amanecer
Me acompaña el trino de las aves de cristal
En mi cabeza retumba una canción
Y mis piernas tiemblan como cuerdas
De rodillas me inclino en el banco
El sol se asoma como una brillante moneda de cobre
Creer que soy su único testigo es la mayor limosna que haya tenido
Lo observó entre mis ojos forrados
Y me despido hasta que alguien moleste estirado en el banco
Pues el silencio de su aurora es la cuna de mis miedos
Déjame un momento más sentir que no soy nada y que el todo ya está ocupado
- Autor: wolfenaght ( Offline)
- Publicado: 9 de abril de 2017 a las 23:27
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 84
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.