En un país lejano
en una fuga del tiempo
dos manos se cruzaron,
saludo cordial del humano.
En sus miradas
un temor, dos sonrisas,
un hombre, una mujer,
sin ver más que un rostro,
los dos ruborizaron.
En sus labios un destello,
de su lengua palabras,
inicio de una historia
que fue contada.
En los rededores nada
en su encuentro todo.
El corazón ardiendo
el viento en la alborada
las manos se soltaban.
El palpitar de ambos
al unísono se aceleraba,
de ellos una sinfonía
apasionante surgía.
Música del corazón
armónica compañía
llego sigilosa sin razón
al comienzo de la unión.
El país se vuelve cercano,
la mujer, el hombre
fluyen en el tiempo,
habitan los arrabales.
Tienen en demasía hambre,
hambre carnal, hambre de amor,
de palabras llenas de vida.
No saben cómo el viento los llevo
lejos del alcance del dolor.
La historia se perdió en el final
el comienzo solo ocurrió,
lo relativo del tiempo y el lugar
en un misterio quedo,
pero la historia de amor,
sigue infinita viviendo,
en el eterno laberinto
de la unión que no se marchita.
- Autor: ErC ( Offline)
- Publicado: 10 de abril de 2017 a las 22:16
- Categoría: Amor
- Lecturas: 87
- Usuarios favoritos de este poema: El Silente Vagabundo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.