Mi pequeña flor es dulce,
al despertar por la mañana
corre directo a mis brazos
con su melena despeinada,
la estrecho contra mi pecho,
al besar sus mejillas rosadas,
sus desarreglados cabellos
tienen aroma de manzana.
Mi pequeña me entretiene,
con sus historias raras,
pero el reloj dice: ¡Es tarde!
el deber pronto me llama,
luego pone esa mirada triste
y se me estremece el alma
cuando me abraza y me dice
con su vocecita quebrada:
Papá, quédate conmigo,
por favor.... ¡No te vayas!
- Autor: Raúl Navarro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de abril de 2017 a las 14:09
- Categoría: Familia
- Lecturas: 32
Comentarios1
Tierno poema.
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