Discrepancia y ansiedad, la sátira se vuelve una constante.
Lluvias de rosas caen, las espinas me contraen; un remolino de emociones envolviendo, engullendo.
Mientras me adentro, veo la vida en hilos; o tal vez....... tejido un nido, ya no se distinguir.
Las circunstancias cambian; un día luz, un día nada; anhelo de equilibro, anhelo de paz.
Miradas esquivas, yo miro, nadie me mira.
Fábulas de maldad, mentiras en una verdad...... situación ajena, incomprensible.
El corazón se parte, no hay momento oportuno cuando el alma late.
Pasa la hecatombe, la guagua vuelve a vivir; se ha bañado en lágrimas, se ha cubierto de barniz;
brilla cual recién hecha, nuevito el espíritu, nuevita la calma; lindo matiz!.
Carita luna, Carita estrella; la guagua vuelve a dormir, inocencia reclama la niña queriendo sentir.
- Autor: Nathalia Padilla ( Offline)
- Publicado: 12 de abril de 2017 a las 13:00
- Comentario del autor sobre el poema: Un día cuando me dí cuenta de que yo todo decía pero nadie me oía, cuando me dolía, cuando no quise aceptarlo, cuando trataba de borrarlo. Cuando nadie le dió importancia, cuando me miré y no me supe reconocer. Cuando el sentir podía más que la razón.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 244
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