Una sonrisa
bañada y envenenada
de un sarcasmo
al cual no se
si maldecir
o, todo lo contrario,
dibuja irónicamente
de una felicidad absurda
mi rostro,
todos tus recuerdos
dejaron de ser
alimento esencial
para mi lastimada alma
y las ilusiones tontas
se transformaron en dudas,
en cabos sueltos a atar,
enhebrando cada uno
me sentí
como un forense romántico
enamorándome
del afán por descubrirte,
cuando el amor muere
los sentimentalismos
desaparecen por completo
y ya no eres importante
para mí,
sin dolor y pudor alguno
esculco completamente
toda tu alma
y los sentimientos banales
que experimentaste
con mi alma ilusa,
y en cada descubrimiento
que hago, atónito
me sorprende la cruel verdad
sobre tantas mentiras,
jamás estuve equivocado…
todos mis sueños
y presentimientos
siempre fueron verdaderos,
bien fundados,
y, pensar que pedía perdón
por decírtelos y sentir
que te lastimaba,
que te ofendía, …
ja!, ja!, ja!, me miro reflejado
en un espejo sucio
y me reprocho
todas mis actitudes,
todos los sentimientos
mas las acciones nobles
que tuve contigo;
de todo,
solo en algo tenías razón,
no eras,
ni eres la mujer para mí,
nunca estuve ni en tus planes,
ni en tu alma, solo mentiras
más la traición, infieles
todos tus sentimientos,
aun así,
de nada me arrepiento,
así, se supone es la vida
y de esa manera
se aprende a existirla,
a comprenderla
y quizás entenderla
aunque todo me de igual
ahora que solo reina
un hastío visceral en mi ser;
que iluso fui!...
y pensar que tuve
muchas veces
la oportunidad de escapar,
pero el pensar
que por fin
alguien definitivamente
me podía salvar
hizo que me quede
columpiando embobado
en tus palabras y promesas,
inocencia maldita
jamás te culpe por algo,
más responsable si te hago
por haberme convertido
en tu cómplice
confabulándome
en un instante
a matar la belleza
más grande
que posee el ser humano,
la vida!...,
mas ese pecado grave
lo llevo por ti
en mi alma,
así deseo que sea,
una vez más mi iluso amor
te da una prueba más de lealtad,
así me despido de tu cadáver
a disección
tan hermoso y marchito
recostado sobre la cruel
plancha metálica
que tu sola reemplazaste
dejando atrás el calor
de las sábanas más sencillas
que se empaparon
de tu aroma y sudor,
la seda es solo
para los mediocres;
por fin entiendo el por que
de tu silencio,
a nadie lastima ya,
adiós bruja del amor,
adiós enigma furtivo,
adiós…en las manos de dios
encomendé tu espíritu
y el mío.
*
Cuanto dolor
me causa
tu inocencia maldita,
silencio
que emula
al morbo
entre la soledad
y el tiempo,
crueles fantasmas
que hielan
el alma y la carne,
dios,
que sea
yo quien muera!;
cuanto
hubiese deseado
que en aquel instante
de amor profundo
la muerte
celosa amante
sorprendiera
con sus fríos abrazos
mi vida,
cuan fácil
habría sido soportar
hoy el abandono
inexplicable de tu ser,
que sencillo habría sido
alejarme del dolor
que muchas
acciones tuyas
me provocaron,
jamás habría tenido
que preocuparme
por tratar de entenderlos
desesperadamente
sin hallar una solución
que me permita asesinar
al silencio, a la soledad,
a la distancia, al dolor;
las heridas de tus dagas
que cruelmente insertaste
en mi alma
son muy difíciles
de quitar, no cicatrizan,
las llagas
y prefiero sean recuerdos
de amor, de vida
en mi destino,
la lección divina
que necesita mi inocencia
al pecado iluso
de haber sido y ser
un amante fiel
en tu infierno.
- Autor: Rigortmortiz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de abril de 2017 a las 00:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 68
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