Cuando te vi la primera vez jamás pensé ver algo tan bello,
estabas en tu moisés toda arropada que apenas se notaba tu presencia.
Con el correr de unos minutos te echastes en llanto, pidiendo comida.
Tu dulce madre te levanto con el mayor de los cuidados,
y pude notar su pequeña cabellera dorada junto a sus ojitos cerrados.
El primer rayo de luz que apareció en mi día después de tantos que deje escapar,
cargando un peluche no paraba de temblar de la emoción.
Note cuando al fin abrió los ojos que eran de un color más claro que el cielo,
desde que entre en esa habitación no hacia otra cosa más que dormir.
Costo pero al fin entregue mi obsequio y mas que conforme,
me disperse entre la esperanza y mi imaginación
lo que esa dulce beba seria en unos años.
Ser testigo de algo tan bello y lindo,
pese a no ser de la familia me tratan como si lo fuera.
Jamás olvidaré su nombre, primer rayo de luz y mi primer rayo de esperanza.
Y aunque este lejos y no pueda verla yo se que estaré velando por su seguridad.
- Autor: Jhetuan (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de abril de 2017 a las 23:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 41
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